1

Los contornos de tu miedo

Me levanto la piel hasta la sangre
Quiero ver lo que esta oculto
Quemando cuerpos petrificados
La noche avanza ovillada
Destejiendo los contornos de tu miedo.
2

El cuerpo del delito

Una fila de espejos empañados
En una sala de espera
Se desvanece la anciana
Un televisor encendido
Proyecta la vida de los otros
Un perfume dorado se evapora
Dentro de una botellita azul
Enterrado en el fondo de mí casa
Para que nadie descubra
Que fui yo la que no vivió su dicha.
3

Periferia de mi deseo

No habito mi deseo
Construí una choza
En su periferia
Sentada
Inmóvil
Fría

Veo arder las hogueras
De mis fantasías.
4

Carpe Diem

Postales arqueológicas
La sonrisa de la soldado norteamericana
Junto al cadáver iraquí
La sonrisa del policía
Junto al piquetero boca arriba
En la estación Avellaneda.
5

El umbral


Amar y parir sobre mis pies
Es mi consigna
Pero cómo
Si el depredador acecha en noches sin luna
Y muero y vivo inconsciente
Como un adicto
Comunicarme con los ángeles
Es mi consigna
Pero cómo
Si el loco ruge detrás del silencio
Por eso
Lloro mi muerte constante
Y atravieso el umbral.
6

La vuelta


Envuelta en líquenes y musgo
Áspera
Recolecta carroña desde el fondo del siglo
La voz de los ancestros la detiene
Continúa ardiendo
Es el principio o el fin
Meditando en el útero
El sol de la mañana la despierta.
7

El regalo


Así como los sueños
Desarman el amanecer
Y estallan
Escucho nítidamente
Quebrarse el cuello de la ahorcada
La veo suspendida
Columpiarse para mí
Veo salir a mi madre de su cuerpo oscilante
Y abandonarlo.
-hazte cargo de tu cuerpo- le grito
-te lo regalo- me contesta. Y se va sonriendo.
8

Sin féretros


Lenguas de fuego
Bajan de tus sueños
Arrasando la casa de la infancia
Al afeitarte
Tu cuerpo se derrite en el baño
Heridas cubiertas con papel higiénico
Un reloj estalla en mi cabeza
Visiones fragmentan presagios
Quiero un amor
Sin féretros
Entre vos y yo
9

Un papá Noel aburrido

Una malabarista en la calle Dos Venados
Se contorsiona entre fuegos cruzados
Llueven monedas doradas
Un punto de luz en el agua de la vereda
Líneas incandescentes recorren la ciudad
Arterias enfermas
Un electroencefalograma arriba del ropero
Polillas y polvo de oro
Una niña golpea los vidrios de los autos
Pasa un hombre con gorro rojo y barba blanca
Abrazado a botellas de cerveza
Alguien grita
-no es el fin del mundo, solo fin de año-
sonrisas de espuma
un Papa Noel aburrido en la oscuridad
aguarda la oportunidad para abusarte
10

Cirujía de mujeres

En la ventana
Sombras
Palomas
Silbidos
Penetran con el viento Chorrillero
El ombú de mi infancia
Era mi casa con ventanas
Al cielo y el infierno
El enfermero verde
Guarda en mis bolsillos
Apósitos
Tranquilizantes
Acaricia mis hombros
Toma con cuidado una lágrima
Que resbala en mi cara
Brilla
En su dedo sepia de nicotina
Brilla mi lágrima en su mano.
Envuelta en una sábana
Con el 11 como barrotes pintados en mi pecho
Un fantasma
Quiero habitar otra vez
El ombú de mi infancia
Acurrucada entre sus ramas
Con mis brazos extendidos
Sintiendo a las vaquitas de San Antonio
Caminarme la piel
soy el mapa del mundo
El enfermero verde
Me acompaña hasta el quirófano
Desparramada en la mesada fría
Respiro miedo
Las luces bajan hasta tocarme
Pentotal
Papagayos cuelgan de persianas bajas
Un cuadro de Salvador Dalí
Gente desconocida
Me corta y confecciona
hurgan en mi vientre de ballena
raspan la piedra de mi locura
Rescatada de mi propio hedor
Bautizada con lavandina
Boqueolloroescupo
Con qué soñaste
Dalí
Mi voz perdida
Un chiste del pene que no recuerdo
Risas blancas
Una niña llora llamando a su madre
Amado cuervo
Suero en carrito
Buenos días delivery
Antibiótico
Gota
A
Gota
Mata mi foco infeccioso
Anida en el centro de mi corazón
Mis venas transparentes trabajan
Un Buda de oro
Del tamaño de un pulgar
Refulge infatigable en la oscuridad
Brad Pitt - dice el enfermero
Salvador Dalí – pronuncio sin voz
Retruco
Quiero vivir
Volar
Regresar
Este hospital esta invadido por cucarachas
Son invencibles
Constantes
Eternas
Una anciana clama por un baño
ay ay ay
Le colocan una zonda
Grita como un bebé toda la noche
palomas en la ventana
sombras oblicuas caminan en las paredes
mis pulmones exhalan ráfagas de pentotal
transpira mi demonio
el antibiótico
gota a gota me derriba
La anciana clama en la noche
ay ay ay
Se necesitan tres enfermeros
para dormirla.
Drenajes
Un rastro de serpientes
Impreso en mi vientre
El holograma de mi perversidad
Brilla.
Una mormona es ungida
Por el pastor y secuaces
Cuando salga regresará a Estados Unidos
hay dólares estrellitas y nieve
Una evangelista irrumpe
Nos insta a aceptar a Cristo
El silencio la enfurece
Nos condena
Le digo –gracias-
Cuando la visita su cuñada
Anita la mormona se hace la muerta
Dice que quiere sus dólares
A veces le hablo y no me contesta
A veces me sonríe con sus dientes postizos
Criticando a todas sus visitas
A veces la veo defecar
Creo que esto es el infierno
Estaqueadas por nuestras maldades
Omisiones
Y
mala fe.
11

La cocina

Cuando tía Elvira murió
Heredé su cocina
Pagó peaje
A través de la autopista
Sin cortejo
Repleta de aromas vibrantes
Y recetas secretas
Hasta llegar a mi galería sin glicinas.
Blanca
Con un vidrio transparente.
Recordé un pan dulce que resucitó a varios solo con su perfume
Los horneaba por hileras
Y los regalaba para las vísperas.
Sutilmente demoníaca como un ídolo
Un totem macizo
Tecnología siglo veintiuno
Me aguarda.
La miro con odio.
Vi la joroba de Elvira
Cuando se inclinaba ante ella
A temperaturas extremas
Ví las quemaduras en sus manos
Eran estigmas.
El altar de Elvira no es mi altar, pensé
Y la derribé con todas mis furias
El vidrio se rompió en pedacitos incandescentes
Al tiempo se transformó en un nido
Y de su interior
Brotaron pájaros
Y cantos.